El flúor es un aliado contra la caries pero, si no es empleado en la forma y cantidad correcta, puede convertirse en un gran enemigo del esmalte.
La fluorosis dental se da más en niños pequeños cuando se está produciendo el desarrollo de las piezas dentales, al estar en pleno proceso de crecimiento, y afecta principalmente a las piezas anteriores y a la estética dental.
¡Te contamos un poco más sobre este trastorno!
¿Qué es la fluorosis dental?
El flúor puede influir positivamente en la salud bucodental gracias a las propiedades remineralizantes en la superficie del esmalte. Sin embargo, en altas concentraciones y en exposición prolongada puede generar porosidad aumentando la fragilidad de la superficie dental.
Cuando existe una fluorosis dental suele aparecer en forma de pequeñas manchas blancas o marrones, o como surcos en la estructura del diente.
Esta alteración se produce por lo general en los dientes de leche y aparece de forma visible en los dientes definitivos y puede ser debida a diversas causas.
Causas de la fluorosis
Aunque el flúor en dosis adecuadas es beneficioso para nuestra salud bucodental, su utilización en exceso (más de 1,5ppm) puede alterar el color del esmalte y la estructura del diente, siendo esta la principal causa de la fluorosis.
El consumo de agua y alimentos procesados, así como el uso de algunas pastas dentífricas y enjuagues bucales también pueden derivar en fluorosis ya que, aunque pueda resultar imperceptible, las altas concentraciones de flúor que contengan, pueden ser perjudiciales.
Tipos de fluorosis
En función del nivel de gravedad y de la severidad de las manchas, podemos distinguir entre 3 tipos:
- Leve. Siendo el más común, normalmente se presenta como manchas muy pequeñas o estrías de color blanco sobre la superficie dental.
- Moderada. El color de las manchas es más intenso, con tonalidades blancas en el esmalte de la pieza.
- Severa o grave. Las manchas pueden llegar a ocupar la totalidad de la pieza dental, así como pueden apreciarse cambios en la estructura, ocasionando una mayor sensibilidad dental.
Dependiendo de cuál sea el caso, puede afectar a la estética de la sonrisa o a una predisposición de formación de caries.
¿Cómo se trata la fluorosis?
Prevención
Sin duda, la prevención es una de las principales armas frente a la fluorosis. Acudir a las revisiones periódicas de tu dentista de confianza, ayudará a determinar la causa exacta de las manchas o daños en las piezas dentales, sobre todo ante la presencia de los signos descritos anteriormente.
Además, en los hogares deben existir pastas dentífricas diferenciadas entre adultos y niños, puesto que las de estos últimos contienen menor cantidad de flúor. Por otro lado, la cantidad a aplicar en el cepillo de dientes debe ser acorde a la edad del niño.
Controlar el agua fluorada que se consume, así como evitar el consumo de suplementos alimenticios que contengan flúor, son otras acciones que también pueden aplicarse para evitar la fluorosis.
Tratamientos para la fluorosis dental
Al producirse manchas o daños estructurales en las piezas dentales, será necesario el tratamiento de las lesiones por fluorosis mediante la estética dental.
Dependiendo del tipo de afecciones, el dentista decidirá si la solución es a través de la realización de un blanqueamiento dental o mediante restauraciones de composite o porcelana en casos de fluorosis moderada o severa.
Si quieres que analicemos tu caso particular, estaremos encantados de ayudarte.